domingo, 3 de diciembre de 2017

Cardo mariano

El cardo mariano (Silybum marianum o Carduus marianusL.) es una hierba silvestre del mediterráneo y norte de África que, como el hinojo empieza a salir en estas tierras a finales de noviembre.

Es conocida asimismo por los siguientes nombres: arzola, arzolla, bedega, cardo borriquero, cardo burral, cardo de burro, cardo cabrero, cardo de María, cardo de Santa María, cardo lechal, cardo lechero, cardo manchado, cardo mariano, cardo pinto y mariana.

Su nombre viene de la creencia de que la Virgen María lo tiñó de blanco al ocultar al niño Jesús de la persecución de los inocentes.

La planta inicia su crecimiento con unas tiernas hojas que pueden utilizarse como ensalada o verdura al vapor o cocida y se recolectan cuando, tras las primeras hojas cotileidonales aparecen tres nuevas hojas de 5 a 10 cms, cuando aún no pinchan, como podéis ver en la imagen de las que he recogido hoy para echarlas a un delicioso potajillo de judía pinta, que nos encanta.

Una vez la planta crece puede alcanzar hasta los dos metros de altura.

Contiene los siguientes principios activos:

Silimarina (1,5-3%): mezcla de flavolignanos (silibina, silidianina, silicristina), además de otros flavonoides: kenferol, taxifolina, apigenósido. La Silimarina es el componente que actúa como antioxidante en las células hepáticas actuando como protector ante posibles agresiones.

La planta completa se recolecta en primavera y si lo que queremos son sus frutos esperaríamos al verano. Las raíces y las inflorescencias, llamadas en francés “alcachofa salvaje” se cuecen en agua hasta que estén tiernas.

Sus semillas se han usado tradicionalmente para fines medicinales por su contenido en silimarina y la sibilinina, esta última indicada para intoxicaciones por ingestión de distintas amanitas, incluídas la muscaria y la phalloide. También contienen la silydianina y la silychristina.

Tiene propiedades medicinales especialmente para el hígado, mejorando la salud en general al actuar como regenerante de las células hepáticas. Combate el hígado graso, la hepatitis, la cirrosis y el colesterol. Hoy en día puede encontrarse en parafarmacias en cápsulas, tinturas, estractos y las propias semillas molidas.  

Otras de sus propiedades medicinales son el equilibrio de la glucemia, alivio frente a casos de piedras en vesícula y riñón, insuficiencias renales. Contrarresta el daño producido por antibióticos, analgésicos, antivirales y antiinflamatorios químicos. Interviene en la prevención y regeneración de células cancerosas, rebaja el nivel de colesterol, aumenta las defensas e incluso disminuye la resaca.
Puede aplicarse en aplicaciones externas en casos de varices, úlceras y hemorroides.
Sube la tensión y estimula la secreción de jugos gástricos, por lo que las personas con hipertensión o trastornos digestivos deben limitar el uso de sus tallos y floraciones.
En la página https://www.remediospopulares.com/ encontramos varios remedios medicinales con cardo mariano, entre otros los siguientes:
Hemorragias y menstruaciones demasiado abundantes: 1 cucharada de semilla de cardo mariano molida en una taza de agua que esté  hirviendo.  Retirar del fuego y reposar por 10 minutos.  Tomar 1 taza cada hora hasta que ver mejoría.

Cicatrización de llagas y úlceras cutáneas: 30 g de hojas secas hervidas 10 minutos en un litro de agua.  Se retira y se deja enfriar. Empapar un paño de algodón con esta preparación y aplicar sobre la zona afectada.  Se puede también lavar el área con esta preparación.

Tonificación de vasos sanguíneos: Verter 5 g de hojas desecadas y otros 5 g de raíces, previamente lavadas, en un litro de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar reposar durante 3 minutos. Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.

Mareos causados por viajes con cardo mariano: Verter 5 g de hojas desecadas y otros 5 g de semillas en un litro de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar reposar durante 5 minutos. Colar y  endulzar. Tomar una taza antes de emprender un viaje.

Hipotensión: Verter 2 cucharadas de hojas secas en una taza de agua fría. Llevar a ebullición y mantenerlo así durante 3 minutos.  Colar y tomar una taza cada hora hasta lograr mejoría.

Descongestión del hígado con cardo mariano: Verter 100 g de semillas en un litro de agua fría. Dejar macerar durante 15 min y llevar a ebullición otros 3 minutos.  Retirar el fuego y dejar reposar 10 minutos.  Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.


Desintoxicación del hígado: Comer las hojas crudas en ensalada o bien hervidas como si fueran una verdura común.

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