El cardo mariano (Silybum marianum o Carduus marianusL.) es una hierba silvestre del mediterráneo y
norte de África que, como el hinojo empieza a salir en estas
tierras a finales de noviembre.
Es conocida asimismo por los siguientes nombres: arzola, arzolla,
bedega, cardo borriquero, cardo burral, cardo de burro, cardo cabrero, cardo de
María, cardo de Santa María, cardo lechal, cardo lechero, cardo manchado, cardo
mariano, cardo pinto y mariana.
Su nombre viene de la creencia de que la Virgen María lo tiñó de
blanco al ocultar al niño Jesús de la persecución de los inocentes.
La planta inicia su crecimiento
con unas tiernas hojas que pueden utilizarse como ensalada o verdura al vapor o
cocida y se recolectan cuando, tras las primeras hojas cotileidonales aparecen
tres nuevas hojas de 5 a 10 cms, cuando aún no pinchan, como podéis ver en la
imagen de las que he recogido hoy para echarlas a un delicioso potajillo de
judía pinta, que nos encanta.
Una vez la planta crece puede alcanzar hasta los dos metros de
altura.
Contiene los siguientes principios activos:
Silimarina (1,5-3%): mezcla de flavolignanos
(silibina, silidianina, silicristina), además de otros flavonoides: kenferol,
taxifolina, apigenósido. La Silimarina es el componente que actúa como
antioxidante en las células hepáticas actuando como protector ante posibles
agresiones.
La planta completa se recolecta en primavera
y si lo que queremos son sus frutos esperaríamos al verano. Las raíces y las
inflorescencias, llamadas en francés “alcachofa salvaje” se cuecen en agua hasta
que estén tiernas.
Sus semillas se han usado tradicionalmente
para fines medicinales por su contenido en silimarina y la sibilinina, esta
última indicada para intoxicaciones por ingestión de distintas amanitas,
incluídas la muscaria y la phalloide. También contienen la silydianina y la
silychristina.
Tiene propiedades medicinales especialmente para el hígado,
mejorando la salud en general al actuar como regenerante de las células hepáticas.
Combate el hígado graso, la hepatitis, la cirrosis y el colesterol. Hoy en día
puede encontrarse en parafarmacias en cápsulas, tinturas, estractos y las
propias semillas molidas.
Otras de sus
propiedades medicinales son el equilibrio de la glucemia, alivio frente a casos de piedras en vesícula y riñón,
insuficiencias renales. Contrarresta el daño producido por antibióticos,
analgésicos, antivirales y antiinflamatorios químicos. Interviene en la prevención
y regeneración de células cancerosas, rebaja el nivel de colesterol, aumenta
las defensas e incluso disminuye la resaca.
Puede aplicarse en
aplicaciones externas en casos de varices, úlceras y hemorroides.
Sube la tensión y
estimula la secreción de jugos gástricos, por lo que las personas con hipertensión
o trastornos digestivos deben limitar el uso de sus tallos y floraciones.
En la página https://www.remediospopulares.com/
encontramos varios remedios medicinales con cardo mariano, entre otros los
siguientes:
Hemorragias
y menstruaciones demasiado abundantes: 1 cucharada de
semilla de cardo mariano molida en una taza de agua que esté
hirviendo. Retirar del fuego y reposar por 10 minutos. Tomar 1 taza
cada hora hasta que ver mejoría.
Cicatrización
de llagas y úlceras cutáneas: 30 g de hojas secas
hervidas 10 minutos en un litro de agua. Se retira y se deja enfriar. Empapar
un paño de algodón con esta preparación y aplicar sobre la zona afectada.
Se puede también lavar el área con esta preparación.
Tonificación
de vasos sanguíneos: Verter 5 g de hojas desecadas y otros 5 g de raíces,
previamente lavadas, en un litro de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar
reposar durante 3 minutos. Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.
Mareos
causados por viajes con cardo mariano: Verter 5 g de hojas
desecadas y otros 5 g de semillas en un litro de agua hirviendo. Apagar el
fuego y dejar reposar durante 5 minutos. Colar y endulzar. Tomar una taza
antes de emprender un viaje.
Hipotensión:
Verter 2 cucharadas de hojas secas en una taza de agua fría. Llevar a
ebullición y mantenerlo así durante 3 minutos. Colar y tomar una taza
cada hora hasta lograr mejoría.
Descongestión
del hígado con cardo mariano: Verter 100 g de
semillas en un litro de agua fría. Dejar macerar durante 15 min y llevar a
ebullición otros 3 minutos. Retirar el fuego y dejar reposar 10
minutos. Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.
Desintoxicación
del hígado: Comer las hojas crudas en ensalada o bien hervidas
como si fueran una verdura común.
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